Cuando nos referimos al desarrollo psicomotor del niño, es necesario valernos de diversas herramientas en su enseñanza. Ciertamente, esta es un área multidisciplinaria, que debe ser abordada desde diferentes enfoques y momentos.
Si quieres ofrecerle a tus alumnos las mejores herramientas para un desarrollo físico, mental y emocional, aquí encontrarás opciones que puedes aplicar en tus clases de educación física. Acompáñanos a conocer más sobre este tema.
En el área motora se trabaja específicamente en el tono muscular, coordinación dinámica general, equilibrio, coordinación, lateralidad y disociación de movimientos.
Aquí se incluye la percepción del cuerpo, espacios y objetos, el tiempo y la capacidad de representación.
Para la parte psicoafectiva y comunicativa se consideran la relación de apego y seguridad, relaciones entre iguales, autoconcepto y autoestima, expresión de reacciones emocionales, aceptación de normas y lenguaje.
Al tener un abordaje de todas las etapas y áreas de la psicomotricidad, se puede potenciar el desarrollo y formación integral del niño, y así podrás desarrollar una estrategia a través del juego y deporte.
A continuación te mostramos algunas tácticas lúdicas y juegos para tus clases de educación física y entrenamientos deportivos:
Los juegos y dinámicas físicas siempre son una excelente opción. Estos ayudan a los niños a explorar diversas competencias de una forma amena y fácilmente entendible. Algunos de los juegos que como profesor puedes aplicar en las clases son los siguientes:
Esta actividad está diseñada para desarrollar el equilibrio, percepción del cuerpo e interacción entre iguales. Aquí, los jugadores se desplazarán a lo largo del campo botando la pelota. Alguien tendrá el rol de director, que indicará el momento de la “parada”.
Cada jugador deberá permanecer inmóvil, bien sea parado sobre sus dos pies o sobre uno solo. Cada jugador debe identificar a otra persona que esté “congelada” en su misma posición. Al hacerlo, ambos deben correr al tablero y encestar el balón.
Este juego es ideal para trabajar la coordinación visomotriz y la acción-reacción. Aquí, los jugadores se organizan por parejas y se colocan en cualquier lugar del campo.
El jugador 1 estará botando el balón, mientras que el jugador 2 se para frente a él sin moverse. Cuando el jugador 2 lo quiera, deberá hacer un movimiento rápido para quitarle el balón al jugador 1 y correr para encestar el balón, mientras el jugador 1 intenta impedirlo.
Esta actividad está diseñada para enfocarse en el conocimiento del cuerpo, espacios y objetos, y capacidad de representación. Requerirás de balones, conos, cintas, botellas de agua, etc.
La dinámica consiste en que cada jugador selecciona un material u objeto y adquiere una postura. El participante con el rol de fotógrafo deberá memorizar la postura de alguno de los jugadores. Posteriormente, dará instrucciones a los demás para que todos repliquen la postura que él está describiendo.
El objetivo de este juego es mejorar la coordinación visomotriz, el equilibrio y la autoestima. En esta actividad solo ocuparemos balones y conos.
Las bombas serán representadas por los conos, y se distribuirán por todo el campo o espacio de juego. Se conformarán varios equipos, los que deberán desactivar el mayor número de bombas posibles.
Para hacerlo, deben atajar el balón en el aire y caer sobre uno de los conos con los pies apuntando hacia una dirección específica del campo. Los balones no deben tocar el suelo.
Este es uno de los juegos más sencillos de replicar. Para ello solo se necesitan balones y la conformación de dos equipos. Aquí se trabajará la disociación de movimientos, espacios, tiempos y relaciones entre iguales.
El juego se desarrolla como cualquier partido de básquetbol, con la adaptación de que los espacios del campo tendrán diferentes normas de juego.
En una mitad del campo, se deberá botar la pelota con fuerza y haciendo desplazamientos cortos. Al contrario, en la otra mitad se botará con más delicadeza pero haciendo desplazamientos largos.
Además de los juegos amistosos, también se pueden poner en práctica actividades directamente relacionadas con la práctica de básquetbol. Los pases y lanzamientos son una buena alternativa para ello. Estas son actividades más sencillas, pero igual de efectivas al impulsar el desarrollo psicomotor del niño.
A continuación te mostramos algunos ejemplos que puedes aplicar:
Se deben formar parejas de jugadores que usarán dos balones. El objetivo es arrojar el balón al mismo tiempo, y atajarlo en el aire. Las variantes que puedes aplicar son que los lanzamientos sean con una o con dos manos.
Esta es una actividad mucho más interactiva para grupos grandes, y especial para niños entre la tercera y cuarta etapa de psicomotricidad.
Se conforman dos equipos: uno forma un pasillo con dos filas iguales de jugadores a cada lado, y el otro equipo hace otra fila a la entrada del pasillo. Los jugadores del pasillo tendrán balones con los que intentarán “cazar” a los que vayan pasando por él.
Luego de que pasen por el pasillo todos los miembros del equipo, se invertirán los roles y ganará el equipo con menos miembros “cazados”.
Por último, esta dinámica consiste en dos equipos distribuidos en posiciones para un partido de básquetbol regular. La variante está en que cada equipo debe intentar hacer 10 pases seguidos entre los miembros de su mismo equipo, mientras los demás intentan impedirlo.
Este ejercicio se enfoca en fomentar la velocidad, comunicación en equipo y sentido de pertenencia.
Fomentar un correcto desarrollo psicomotor del niño es una tarea multidisciplinaria que debe ser atendida no solo desde un abordaje físico y deportivo. La colaboración y participación de familiares y docentes es vital para este fin.
Sin embargo, las actividades físicas, especialmente las relacionadas con el básquetbol pueden significar un gran pilar en la formación del niño.
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